TEORÍA DE LA GENERACIÓN ESPONTANEA
También conocida como autogénesis sostenía que podía surgir vida compleja, animal y vegetal, de forma espontánea a partir de la materia inerte. La generación espontánea antiguamente era una creencia profundamente arraigada descrita ya por Aristóteles. La observación superficial indicaba que surgían gusanos del fango, moscas de la carne podrida, organismos de los lugares húmedos, etc. Así, la idea de que la vida se estaba originando continuamente a partir de esos restos de materia orgánica.
En 1952, Miller refuto esta teoría e hizo circular agua, amoníaco, metano e hidrógeno a través de una descarga eléctrica y obtuvo Glicina y Alamina, dos aminoácidos simples. Años después, Albert, hizo la misma experiencia, pero empleando moléculas que contenían átomos de carbono, oxígeno y nitrógeno, y, en su experimento, Weyschaff, aplicó rayos ultravioletas. Ambos obtuvieron los aminoácidos que forman las estructuras de las proteínas. (Abelsohn, 2018)
El francés Pasteur fue quien acabó con la teoría de la generación espontánea. Ideó un recipiente con cuello de cisne, es decir, doblado en forma de S. Puso en el receptáculo pan y agua; hizo hervir el agua, y esperó. El líquido permaneció estéril. Los seres vivos se crearon de la materia inerte. Francisco Redi: las larvas de la carne provienen de los huevos de las mosca. Lázaro Spallanzani: los microorganismos se transportaban a través del air. Louis Pasteur: en el aire hay artos microorganismos que hacen la descomposición.